Carl Friedrich Gauss es una de las figuras más importantes en la
historia de las matemáticas (muchos lo conocen como “el príncipe de las
matemáticas”). Cuenta la historia (o más bien la leyenda) que el joven Gauss,
con apenas diez años, se convirtió en el protagonista de la clase de
matemáticas de su colegio. En un día en el que todos los alumnos no paraban de
hablar, el profesor, cabreado, planteó la siguiente tarea como castigo para
mantener a toda la clase ocupada y callada:
“Quiero que suméis todos los
números del 1 al 100. Y que nadie me moleste hasta tener el resultado”
Casi todos los alumnos comenzaron a sumar uno a uno los números en sus
cuadernos:
1+2=2, 2+3=5, 5+4=9, 9+5=14, 14+6=20…
Una tarea que les mantendría completamente ocupados durante mucho tiempo...
Gauss, sin embargo, se quedó callado y sin escribir nada, pensando en
el problema. Unos segundos después escribió un único número en su cuaderno:
5050. Se levantó, y le enseñó el resultado a su profesor.
El profesor se pensó en un primer momento que se trataba de una broma.
Realizó los cálculos y, al cabo de unos minutos, se sorprendió al comprobar que
el resultado de Gauss era el correcto.